Seamos lobos y no perros

El sacrificio humano colectivo es un hecho evidente; el capitalismo anda cada día más desbocado aniquilando todos los derechos sociales conseguidos por los trabajadores de este país con sacrificios y heroicidades. Este mínimo Estado del bienestar que teníamos está siendo ya desmantelado; la mayoría de la ciudadanía imbuida por el pensamiento neoliberal dominante se aferra a lo poco que tiene y aspira a las obscenidades que le ofrece el poder a través de sus miedos de comunicación, desde la ceguedad más absoluta no queriendo ver como de la tierra prometida en realidad no tendrán ni las migajas. Yo no sé que hay que hacer para revertir la situación; sólo sé que hay que cambiar el modelo económico, político y social en este país y en Europa en su globalidad. Y todo esto lo hallaremos fuera del ámbito capitalista; con políticas de redistribución de la riqueza, donde la economía esté al servicio de las personas y no al revés, que se persiga el fraude fiscal y se encarcele a los culpables de este latrocinio, de este crimen contra la humanidad, que se cumpla el tratado de los DD.HH., que haya reparto del trabajo para disfrutar del tiempo libre, una renta básica para todos, expropiación de las viviendas vacías, fomentar el cooperativismo… por una democracia radical, antipatriarcal, autogestionaria… que se mida a la gente no por el tener sino por el ser. Pero para ello es esencial que nos libremos de las cadenas de servidumbre que atan las mentes de las personas y atenazan las fuerzas para luchar contra las distintas tiranías y violencias con que se muestra el sistema dominante actual.