Ochenta
años del golpe fascista en España. La mitad del país fue
secuestrada por las oligarquías, la chusma militar golpista, la
jerarquía eclesiástica y daba comienzo el exterminio de las capas
populares. Donde el golpe fracasó la revolución social asomó la
cabeza en muchos lugares de nuestra geografía. Momentos de
liberación humana, de fin de la opresión. Un bello espejismo que
quedó supeditado a favor de la lucha por la República y dejando la
revolución para el futuro; como así dispusieron los gobiernos de los Giral, Largo
Caballero y Negrín. Al final la
República cayó y el fascismo venció con la inestimable y
definitiva ayuda de los nazis alemanes, los fascistas italianos y la
cobarde actuación de no intervención de las “democracias”
occidentales.
Ochenta
años de fascismo con cientos de miles de personas, luchadores por la
libertad muertos en la cuneta. Somos el país que disputa a los
camboyanos el primer puesto sobre desaparecidos sin que se investigue
y haya un conato de justicia en este estado de desecho. Franco murió
matando y dejó la cárcel a buen recaudo. Todas las instituciones
siguieron el cara al sol marcado. La vagina genocida franquista parió
y todo cambió para que todo siguiera igual. Transiciones para más
humillación al pueblo trabajador con la restauración borbónica
impuesta a dedo por el matarife de El Ferrol, el capitalismo bien
administrado por las élites políticas y económicas; unas
izquierdas institucionalizadas defensoras de los privilegios, el mundo
de la in(cultura) vendida por un buen plato de lentejas, medios de
incomunicación al servicio del amo, de la OTAN, del imperio y del
que pague mejor. La tortura en las cárceles un hecho vergonzante,
silenciado y galardonado desde los distintos gobiernos de estado y de
las taifas sometidas.
Ahora
se montan circos sobre segundas, terceras e infinitas transiciones
borbónicas para que sigamos en la misma rueda infernal, expoliados y
sin que exista una verdadera ruptura democrática.
Dejo
un poema del escritor José Bergamín; él, como tantos otros, no se
arrodilló ante la bandera borbónica y todo lo que ello representa,
fue una valiente espada contra las capas dirigentes, ni se vendió ni
comulgó con el mercadeo de almas ni la abulia que recorría la
península enjaulada.
Ecce
España
Dicen
que España está españolizada,
mejor diría, si yo español no fuera,
que, lo mismo por dentro que por fuera,
lo que está España es como amortajada.
mejor diría, si yo español no fuera,
que, lo mismo por dentro que por fuera,
lo que está España es como amortajada.
Por
tan raro disfraz equivocada,
viva y muerta a la vez de esa manera,
se encuentra de sí misma prisionera
y furiosa de estar ensimismada.
viva y muerta a la vez de esa manera,
se encuentra de sí misma prisionera
y furiosa de estar ensimismada.
Ni
grande ni pequeña, sin medida,
enorme en el afán de su entereza,
única siempre pero nunca unida;
enorme en el afán de su entereza,
única siempre pero nunca unida;
de
quijotesca en quijotesca empresa,
por tan entera como tan partida,
se sueña libre y se despierta presa.
por tan entera como tan partida,
se sueña libre y se despierta presa.
José
Bergamín